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Explorando el poliamor en privado por Audrey Howard

Hemos disfrutando tanto ser abiertamente bisexuales y poliamorosas que volver a una vida de monogamia y esconder quienes somos parece casi impensable

Con todo el mundo en Facebook, Twitter, Instagram y otros perfiles enlazados unos con otros, es fácil seguir las vidas de las personas amadas, viejas amistades e incluso personas desconocidas.

No es extraño que viejas amistades y familiares se den cuenta sobre nuevas relaciones románticas conforme estas aparecen en línea. La situación de relación de personas que conocemos puede ser una fuente de constante interés y chisme.

¿Pero qué pasa cuando tenemos más de una relación en un momento dado? La no monogamia ética, o más específicamente en mi caso, el poliamor, es algo que ha crecido en popularidad en años recientes.

El poliamor por lo general se refiere a tener una relación romántica y/o sexual con múltiples personas a la vez (con el consentimiento y conocimiento de todas las involucradas).

La comunicación, honestidad y confianza son claves en la no monogamia ética, y ser poliamorosa ciertamente no es una licencia para engañar.


Para la mayoría de personas, el concepto de cualquier estilo de no monogamia podría ser confuso, y para algunas podría parecer nada menos que absurdo. Sin embargo, para mi pareja y para mi es algo que encontramos excitante y deseable conforme entramos en nuestros treintas. Esto es en parte debido al hecho de que, en años recientes, ambas hemos venido a darnos cuenta de que somos bisexuales. Descubrir esto mientras estamos en una relación comprometida y a largo plazo ha sido complicado y confuso, pero es algo en lo que ambas nos hemos apoyado tanto hacia nosotras mismas como una con la otra.

Encontrar una comunidad en línea de mujeres «queer» y de personas con género no formativo—particularmente en Twitter y Tumblr me ha ayudado en grande a abrazar el ser bisexual.

Hablar con personas como yo, oír sus historias, verles siendo «queer» en mi línea temporal cada día sin pedir disculpas hizo cada vez más fácil para mi no sólo aceptar ser bisexual, sino estar orgullosa de eso.

Ahora, ser bisexual y estar alrededor de compañeras «queer» (aunque sea sólo en línea) se siente tan normal para mi que no puedo imaginar la vida de ninguna otra forma. Y la mejor parte es que pude encontrar a estas amistades y comunidades en privado, lejos del potencial juicio de mis familiares o amistades.

Empezar a explorar su sexualidad e identidad es un proceso muy delicado; tan delicado que podría tomar sólo una pregunta o una mirada extraña de una miembro de la familia bien intencionada pero ignorante para destruir todo totalmente. Las comunidades de redes sociales pueden brindar privacidad relativa y espacios seguros para que personas como yo se sientan bienvenidas, amadas y válidas—sin importar su identidad.


Aunque ni yo ni mi pareja hemos salido públicamente acerca de nuestras sexualidades, yo le he contado a algunas miembros de la familia en quienes confío.

Tristemente, la pareja de mi familia es muy conservadora y homofóbica, entonces hemos mantenido nuestras sexualidades y nuestra cambiante dinámica de relación en su mayoría en privado. Ahora que hemos empezado seriamente a explorar la no monogamia ética, hemos considerado una ruta para continuar que nos permita tener citas con otras personas mientras que mantenemos un sentido de privacidad. Esto es especialmente importante mientras encontramos nuestra base conforme nuestra relación cambia.

Por suerte, gracias a aplicaciones de citas como OkCupid38 y Tinder39, hemos sido capaces de explorar el tener citas con personas nuevas bajo nuestros propios términos y en una forma que se sienta confortable para nosotras individualmente, y como pareja.

OkCupid ha sido especialmente útil en esto. Tiene la opción de cambiar las configuraciones de forma que su perfil no pueda ser visto por personas hetero. Hemos conectado con otras personas éticamente no monógamas a través de estas aplicaciones, y ambas hemos tenido una cita o dos.


Viajar al otro lado del océano ha hecho más fácil para nosotras mantener nuestra exploración de nuestras sexualidades y el poliamor en privado. Las aplicaciones de citas usan servicios basados en ubicación para conectarle con personas que viven cerca o en la misma ciudad - esto ha significado que no nos hemos tenido que preocupar acerca de personas que conocemos en casa tropezándose con nuestros perfiles. Ahora, eso nos permite una gran sensación de libertad de ser completamente nosotras mismas y vivir abiertamente con las personas con las que escogemos salir. No sentimos como que nos tenemos que esconder.

Pero preguntas amenazan sobre que haremos una vez que volvamos a casa. ¿Borramos estas aplicaciones? ¿Removemos nuestros perfiles del todo y borramos todo lo que iniciamos? Hemos disfrutado tanto ser abiertamente bisexuales y poliamorosas que volver a una vida de monogamia y esconder quienes somos parece casi impensable.

Si hubiese una opción de navegar las aplicaciones en una forma que mantenga nuestros perfiles privados pero que aun permita conectar con personas, podríamos hacer que funcione. Pero con los servicios de ubicación y perfiles públicos como una parte vital de las citas en línea, eso parece poco probable.

Tinder plantea un problema adicional, ya que dice si tienen amigos mutuos en Facebook con una potencial pareja. Ya me tropecé con algunas personas con las que tengo amigos en común. Sólo faltaría que alguna persona que conozca a la familia de mi pareja vea nuestros perfiles para que nuestra privacidad nos sea arrebatada y que nuestras relaciones familiares se vean amenazadas.

Para hacerlo más difícil, la mayoría de estas aplicaciones son gratis y accesibles de forma pública. No toma mucho esfuerzo para que alguien haga una cuenta en alguno de estos servicios y que encuentre nuestros perfiles. Ver a cualquiera de nosotras en un sitio web de citas despertaría sospechas, y aunque quisiera pensar que la mayoría de personas que conozco serían lo suficientemente corteses para preguntarme directamente acerca de esto — a pesar del hecho de que, en el fondo, no es asunto de nadie más — no puedo evitar temer que sacarían conclusiones inmediatas. Ellas asumirían que nos estamos engañando.


Las nuevas relaciones pueden ser difíciles de navegar en el mejor de los tiempos. Para mi, personalmente, quiero que los romances florecientes sean privados primero, algo esencial entre nosotras dos. Aprecio tener tiempo para conocer a alguien sin las opiniones de otras estorbando.

Y luego está la pregunta de qué hacer si alguna de nosotras se enamora de alguien y ya no quiere esconderlo. ¿Cuánto de nuestras nuevas relaciones hacemos público? Las amistades y familiares podrían no poder aceptar esta nueva versión de nosotras, pero no es justo para nadie tener que esconder quiénes somos o a quién amamos.

Mantener privacidad cuando vayamos a casa va a ser complicado, por decir menos. Pero gracias a las experiencias que he tenido en aplicaciones de citas y al ir a citas al otro lado del océano, cada vez me siento más segura de quién soy. Con un poco más de tiempo para explorar esta nueva vida privada, me podría sentir lista para salir y ser abiertamente bisexual y poliamorosa. Mi pareja siente lo mismo.

Pero por el momento, y con la ayuda de aplicaciones de citas, estamos manteniendo privada esta parte de nuestras vidas - por lo menos por ahora.

La privacidad es algo que todas merecemos, y algo a lo que todas tenemos derecho.


38https://www.okcupid.com/

39https://www.gotinder.com/


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